"SUS TEXTOS NO SON DOCUMENTOS HISTÓRICOS. MIS DERECHOS, SÍ"

Publicado el 27 de julio de 2025, 4:29

Entrada original:

  • Título: La familia y el poeta

  • Fecha: 17/11/2019

  • Enlace: https://juanantoniorios2.blogspot.com/2019/11/la-familia-y-el-poeta.html

Tipo de alusión:

Directa. Se cita a Antonio Luis Baena Tocón por su nombre y se alude despectivamente al hijo por denunciar los bulos difundidos sobre su padre.

 

Estrategia discursiva:

Ríos intensifica su tono, transformando la crítica legítima en una supuesta ofensiva contra la libertad académica. Confunde deliberadamente documentos oficiales con sus propios textos, elevándolos a la categoría de fuentes históricas. Acusa al hijo de querer reescribir la historia, cuando lo único que se ha pedido es que corrija afirmaciones falsas publicadas por él mismo, no que borre archivos.

Puntos discutibles:

  1. Ríos presenta sus artículos de opinión como “documentos históricos”, cuando lo que se ha solicitado judicialmente es la corrección o retirada de esos escritos en los que aparecen datos erróneos y acusaciones graves sin pruebas.

  2. Acusa a la familia de querer borrar la historia, cuando lo único que se busca es reparar el honor vulnerado por afirmaciones no documentadas.

  3. Se queja de censura mientras él mismo utiliza su posición académica y su blog para lanzar ataques personales.

  4. Se presenta como víctima de una supuesta “cancelación”, aunque su relato ha sido amplificado por cientos de medios y editoriales sin contraste.

RÉPLICA: “Sus textos no son documentos. Mis derechos, sí”

Juan Antonio Ríos Carratalá afirma que quiero “borrar documentos”. Pero lo único que he reclamado es la retirada o corrección de textos suyos —no documentos oficiales— donde, sin ninguna base documental, afirma que mi padre fue secretario del consejo de guerra contra Miguel Hernández, voluntario represor y pieza clave del aparato judicial franquista.

Nunca he pedido que se eliminen archivos ni que se modifiquen fuentes históricas. Lo que pido —y he reclamado judicialmente— es que se distingan los documentos de los relatos ideologizados, y que no se difundan falsedades bajo apariencia de investigación académica.

Ríos escribe como si su blog fuera el BOE de la memoria histórica. Todo lo que no encaje con su relato lo presenta como un ataque a la libertad. Se queja de censura, pero usa su posición de poder para agredir sin asumir ninguna responsabilidad.

Me acusa de querer reescribir la historia. Pero el único que la ha escrito sin pruebas y con intención de daño personal es él.

La diferencia entre una fuente y una opinión no es menor. Y tampoco lo es la diferencia entre la libertad de expresión y el derecho a la verdad y al honor.

No soy un censor: soy un hijo que defiende a su padre de una injuria convertida en relato académico.