TÍTULOS QUE SE ESFUMAN, HONRAS QUE SE PISOTEAN: DOBLE VARA PARA LA MENTIRA

Publicado el 1 de agosto de 2025, 2:55

Un cargo público dimite tras revelarse que trabajó durante 40 años con una titulación inexistente. La noticia estalla, la dimisión es inmediata, los medios responden. Mientras tanto, se ha tolerado durante más de una década una campaña de falsificación contra mi padre, con una acusación inversa: que no tenía el título que sí obtuvo legalmente en junio de 1936. ¿Y ahí? Silencio, aplausos… o complicidad.

 

 

El 31 de julio de 2025, el comisionado del Gobierno para la reconstrucción tras la DANA en la Comunidad Valenciana, José María Ángel Batalla, presentó su dimisión (para jubilarse) tras una investigación que revela que accedió a un puesto de funcionario con un diploma que no existía. La titulación en Archivística y Biblioteconomía de la Universitat de València que presentó fue expedida tres años después de la fecha que él alegaba. La Agencia Valenciana Antifraude alertó de los hechos a la Fiscalía, que ha abierto diligencias por posible falsedad documental.

 

 

La noticia ha generado una justificada indignación. Y, sin embargo, mientras algunos titulares apuntan al fraude y otros incluso se preguntan si “realmente hacía falta el título para hacer ese trabajo” (como si eso blanqueara décadas de clientelismo), la verdadera pregunta sigue siendo otra: ¿qué pasa cuando el título sí existe, pero se niega su existencia para destruir la memoria de una persona fallecida?

 

🔍 El contraste que no quieren ver

Llevo más de diez años desmintiendo una mentira persistente sobre mi padre, Antonio Luis Baena Tocón. Durante ese tiempo, se ha repetido en artículos, entrevistas, libros y medios públicos que “no tenía la carrera terminada”, que “solo aprobó dos asignaturas”, que “se hacía pasar por abogado”.
Todo eso es falso. Su licenciatura en Derecho fue obtenida legal y legítimamente en junio de 1936, y no —como algunos han insinuado en tono burlesco— “regalada por Franco”, quien ni siquiera había entrado en la historia de España como jefe de Estado en esa fecha.

¿Hace falta recordar que el golpe militar se produce semanas después?
¿Hace falta explicar que el título puede consultarse en los archivos del Ministerio de Educación, y que yo mismo conservo el original como recuerdo en la habitación desde la que escribo estas líneas?

Pese a todo, el catedrático Juan Antonio Ríos Carratalá, autor de esa falsedad en repetidas ocasiones —por ejemplo, en su blog “Nos vemos en Chicote”—, ha mantenido sus textos sin corrección durante años, aplaudido por colegas, periodistas y parte del entorno ideológico que ahora se rasga las vestiduras por un título falso… cuando el acusado es “de los otros”.


🤔 ¿Falsificación tolerada según filiación?

El caso del comisionado Batalla no es único. Y lo del título, sinceramente, es lo de menos. Lo grave es la estructura: puestos a dedo, favores entre partidos, nombramientos sin méritos y con escasa transparencia. Eso no se arregla con una dimisión. Y desde luego no se puede justificar diciendo que “no hace falta un título para hacer bien un trabajo” justo ahora, cuando el escándalo ya ha salido a la luz.

¿Dónde estaban esas reflexiones cuando mi padre era calumniado por un título que sí tenía?

¿Dónde estaban cuando se emitían entrevistas, artículos y biografías llenas de datos falsos, manipulados o directamente inventados, sin que nadie aplicara ni el más mínimo filtro ético ni rigor profesional?


📌 Conclusión:

Hoy se exige responsabilidad por un título que no existía. Y es lo justo. Pero es aún más justo exigirla cuando se ha destruido la imagen de una persona, mintiendo sobre su formación, su vida y su historia, con plena conciencia de lo que se hacía.

Porque cuando el mismo medio que lincha calla, cuando la crítica es selectiva, y cuando la rectificación solo se concede a quien grita más, lo que queda no es justicia ni democracia: es teatro político con escenografía académica.

Y, por cierto: mi padre no necesitó que Franco le regalara un título. Se lo ganó antes de que ese nombre fuera siquiera una firma en los boletines oficiales.
Lo que no se puede decir de todos.

 

 

🔗 Noticia en El País – 31/07/2025: https://elpais.com/espana/comunidad-valenciana/2025-07-31/el-comisionado-del-gobierno-para-la-dana-presenta-su-dimision-tras-la-investigacion-sobre-su-acceso-a-la-funcion-publica.html

🔗 Perfil del caso y trayectoria política en El País: https://elpais.com/espana/comunidad-valenciana/2025-07-31/el-comisionado-del-gobierno-para-la-dana-presenta-su-dimision-tras-la-investigacion-sobre-su-acceso-a-la-funcion-publica.html

🔗 Cobertura crítica en Noticias Ciudadanas: https://noticiasciudadanas.com/del-archivo-al-pitorreo-el-comisionado-de-la-dana-y-el-misterioso-diploma-que-se-esfumo-como-la-gota-fria/

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